El túnel de Tetuán

De Santander siempre se ha dicho, con cierto desprecio, que no conserva casco histórico. Cierto es que podemos contemplar pocos restos anteriores a la época moderna, aunque afortunadamente en los últimos años se han recuperado y musealizado diversos elementos (por ejemplo, restos del antiguo del muelle o muralla), pero no podemos infravalorar el rico patrimonio de los siglos XIX y XX que se conserva en la capital cántabra, y que obviamente tenemos el deber de legar a generaciones futuras. Sé que para los lectores expertos o aficionados al patrimonio lo que digo no son más que obviedades, pero quizás estas líneas consigan convencer a nuevos lectores escépticos.

En esta nueva entrada comparto con vosotros una feliz noticia y es que, tras años de trabajos, al fin podemos ir al Sardinero a pie o en bicicleta atravesando el viejo túnel de Tetuán. No eres de Santander si no has oído hablar de este túnel. Nuestros mayores siempre cuentan que «había un túnel, con entrada en el barrio de Tetuán, que te permitía atravesar la montaña y llegar al Sardinero». Así que doble celebración: nuevos espacios para peatones y ciclistas y un elemento patrimonial recuperado. ¿Hay algo mejor que un buen paseo a pie o en bicicleta disfrutando del patrimonio?

Este túnel fue inaugurado el día de San Juan, 24 de junio de 1892. Conocido popularmente por los santanderinos como el “túnel de Tetuán” aunque el nombre oficial actual es “Túnel del tren de Pombo”, por ser los hermanos Pombo quienes promovieron la construcción del mismo. Tras años cerrado se ha reinaugurado el sábado pasado, 28 de mayo de 2022. No era mi intención en esta entrada hacer una historia del túnel, os animo a acercaros a él y descubrirla.  Al final de la entrada incluyo unas publicaciones y enlaces donde podréis encontrar información detallada.

La recuperación del túnel nace de una iniciativa ciudadana. En el año 2013 el ayuntamiento de Santander convocó un concurso de ideas y Jaime Gómez-Obregón propuso reabrir el túnel que conectaba el barrio de Tetuán con el del Sardinero y que llevaba más de 50 años cegado. La idea resultó ganadora, el consistorio valoró la viabilidad del proyecto y el final de la historia ya lo conocéis. A tenor de la afluencia de gente que durante el primer fin de semana abierto se acercó a conocer el túnel está claro que recuperar espacios públicos, conservar el patrimonio y escuchar las propuestas vecinales es garantía de éxito. Esperamos que el ayuntamiento se anime a partir de ahora a conservar más elementos históricos de la ciudad, especialmente aquellos que corren más peligro como el barrio El Cabildo de Arriba, las boleras que poco a poco han ido desapareciendo o el museo del ferrocarril.

Uno de los aspectos que más me gustan es que no solo se ha recuperado una antigua infraestructura emblemática de la ciudad también se ha aprovechado para colocar unos paneles donde podemos conocer unas pinceladas de su historia. ¿Cómo era el túnel hace 130 años cuando se inauguró?, ¿cómo era el tren?, ¿cuál era su recorrido? Además, se ha incluido un código QR para ver el tren de vapor en realidad aumentada. Aquí podéis consultar los paneles y el tren en realidad aumentada realizados por la empresa Semarac.

En la anterior entrada del blog ¿Abierto? Por obras decíamos que la recuperación de elementos patrimoniales es la ocasión perfecta para acercar la historia a la ciudadanía y generar sentimientos de aprecio. Además del indudable uso que le daremos peatones y ciclistas, ahora pasear por el túnel de Tetuán será una gran oportunidad para conocer un poco más del patrimonio cultural de la capital cántabra.

Sin embargo, he echado de menos algo más de contenido social. A pesar de que el tren dejase de funcionar en 1911, el túnel fue refugio antiaéreo durante la Guerra Civil y siguió siendo utilizado para acortar el camino al centro o al Sardinero. Muchas vecinas y vecinos de Santander recorrieron el túnel de niños y esas historias merecen ser recordadas también. ¿Cómo eran el tren y el túnel antiguamente y las personas que transitaban por él?, ¿cómo eran los barrios de Tetuán y El Sardinero antes de que el túnel cerrara? Preguntas que de momento quedan sin responder, pero quizás sea una buena ocasión para abrir nuevas líneas de trabajo. 

Éste no es un caso aislado. Casualmente, en las últimas semanas he visitado varios funiculares y tranvías antiguos en diferentes ciudades y en muchos hay un pequeño espacio donde se narra la historia del medio de transporte, con referencias a quiénes trabajaban y viajaban en ellos. Creo que este tipo de iniciativas aportan un valor añadido a la ciudad. Después de leer toda la información de los paneles… ¿Alguien duda de que merece la pena rehabilitar/conservar infraestructuras antiguas? Os dejo a continuación fotografías de algunos ejemplos en Génova (Italia) y un simpático material didáctico para niñas y niños que ofrecen en el funicular de Bilbao. Como veis en todos los casos, la historia siempre presente para proyectarnos hacia un futuro más sostenible.

En los históricos funiculares Sant´Anna y Del Righi, también está presente la historia a través de textos informativos y fotografías antiguas.

El Ascensore di Castelletto Levante, un ascensor que conecta el centro genovés con la esplanada de Castelletto. Inaugurado en 1909 y recientemente restaurado. Como podéis ver en las imágenes, se han incluido unos paneles con información detallada de la historia del ascensor, los elementos decorativos y de los trabajos de restauración de la cerámica, carpinterías, vidrieras, etc.

El viaje en el funicular de Artxanda (Bilbao) se ha convertido en un imprescindible si visitas la ciudad. Es una idea fantástica incluir este tríptico didáctico para que los más pequeños se lleven un bonito recuerdo y fomentar el uso del transporte público desde edades tempranas.

Para rememorar aquella ciudad de tranvías y trenes de vapor comparto con vosotros imágenes que mi amiga Irene Villaverde Fernández, coleccionista de postales antiguas de Santander, me ha cedido para que tod@s podamos disfrutar del Santander de fin de siglo XIX y primera mitad del siglo XX. En ellas podéis ver los tranvías que recorrían la ciudad e infraestructuras de las que pocos elementos quedan ya, aunque podréis reconocer fácilmente dónde se encontraban. Las postales han sido fechadas por Gabriel G. Riancho Francos en su libro Santander: Las imágenes y su historia. Lo que cuentan las postales. Espero que os gusten.

La plaza del Pañuelo hacia 1900. Entre el antiguo balneario de la playa Primera y el Gran Hotel El Sardinero vemos asomar entre los árboles el tranvía a vapor.
La misma plaza en 1904 con el tren de vapor llegando a la estación. El balneario ya no tiene esas dos grandes chimeneas.
Otra imagen de la plaza del Pañuelo en la que vemos la estación del tranvía de Gandarillas hacia 1915. El tranvía electrificado sustituyó al tranvía a vapor que veíamos en la anterior imagen. Al fondo el antiguo Casino.
 
Otra vista de la plaza del Pañuelo (que temporalmente pasó a denominarse Augusto González de Linares) hacia 1920. A la derecha el antiguo balneario de la playa Primera, que más tarde pasó a ser el Rhin.
Otra imagen de la estación de tranvía de la plaza Augusto González de Linares hacia 1920. Al fondo el Gran Hotel El Sardinero tras la reforma de 1915.
El tranvía Gandarillas a su paso por la desaparecida ermita de San Roque en El Sardinero, hacia 1915.El tranvía Gandarillas a su paso por la ermita de San Roque en El Sardinero, hacia 1915. Esta ermita fue uno de los edificios destruidos entre 1936-37 durante la legislatura de Ernesto del Castillo conocido impopularmente como «el alcalde piqueta».
El Tren de Pombo subiendo por La Cañía hacia el túnel, hacia 1915. A la izquierda entre los árboles pueden verse las viviendas del barrio El Sardinero que existían antes de la construcción de hoteles.
El tranvía y coches de caballos frente al Casino hacia 1920.
El tranvía de Gandarillas a su paso por la avenida de Reina Victoria en 1920. A la derecha el hotel Real y la casa Pardo también conocida como El promontorio.
 
Parada del tranvía en los jardines de la avenida de Reina Victoria hacia 1920-30.
El tranvía de Gandarillas por Juan de la Cosa hacia 1915. En la acera izquierda vemos asomar al fondo la fábrica de jabones La Rosario y en primer plano los palacetes burgueses, también desaparecidos. De la acera derecha se conserva el edificio del fondo, aunque sin cúpula, y que se corresponde con el portal nº 15 de la calle Castelar.
La avenida de Alfonso XIII. Al fondo el bulevard y jardines de Pereda hacia 1915.
Hacia 1915.Tranvías y coches pasando bajo el puente de Vargas (o de Atarazanas) hacia 1915. También derribado en 1937.
El tranvía a Miranda en la plaza Vieja (también fue denominada plaza de la Constitución) hacia 1918. Desgraciadamente ninguno de los edificios que vemos sobrevivió al incendio de 1941.
El tranvía de Alameda-Cuatro Caminos por la alameda Primera (hoy Jesús de Monasterio) hacia 1930. Esta zona no fue afectada por el incendio por lo que muchos de los inmuebles que vemos en la imagen siguen en pie.
El mismo tranvía por la acera sur de la alameda Primera en 1912. A la izquierda en primer plano un edificio de viviendas que se conserva prácticamente intacto, la desaparecida sala de fiestas Narbón y al fondo el Gran Cinema (hoy sede de la ONCE) del que se conserva su fachada.

Bibliografía

Gil de Arriba, C. (2016). Tranvías en Santander. Los inicios del transporte urbano, 1846-1923. Disponible para su consulta en: https://www.tstrevista.com/tstpdf/tst_31/articulo31_04.pdf

González de Riancho Francos, G. (2019). Santander: las imágenes y su historia. Vida de una ciudad. Santander.

González de Riancho Francos, G. (2006). Santander: las imágenes y su historia. Lo que cuentan las postales. Ed. Estudio (Santander).

Gutiérrez-Colomer, R. (1973). Santander 1875-1899. Centro de Estudios Montañeses. Disponible para su consulta en: https://centrodeestudiosmontaneses.com/wp-content/uploads/DOC_CEM/BIBLIOTECA/EDICION_OTROS/Santander_1875-1899.pdf

Simón Cabarga, J. (2001). Santander biografía de una ciudad. Ed. Estudio (Santander).

Enlaces de interés

Túnel del tren de Pombo. Semarac.

Breve historia de los tranvías de Santander (I). Blog Historias del tren (1-06-2012).

Breve historia de los tranvías de Santander (II). Blog Historias del tren (3-06-2012).

El antiguo túnel de Tetuán. Wikipedia.

Los tranvías de Santander (II). Blog Escenas de Santander (16-03-2015).

Los tranvías de Santander (III). Blog Escenas de Santander (20-03-2015).

Los tranvías de Santander (IV). Blog Escenas de Santander (27-03-2015).

Todo lo que no sabes del viejo túnel. El Diario Montañés (2-07-2017).

Transportes Urbanos de Santander. Historia. TUS Santander.

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2 comments on “El túnel de Tetuán

  1. Preciosa entrada, Paloma.

    Aún no he podido ir, pero por las imágenes que has puesto el resultado es muy bueno y las soluciones arquitectónicas muy bonitas e interesantes. Enhorabuena a los promotores y al Ayuntamiento por escucharles.

    Esperemos que el contenido social que siempre tiene que acompañar la interpretación y puesta en valor del patrimonio se vaya incorporando con el tiempo. Personalmente pienso que estos proyectos son mucho más interesantes y sostenibles si se plantean a largo plazo, siempre vivos y mejora continua mejor que considerar que «ya está hecho lo que había que hacer y hasta dentro de unos años para hacer mantenimiento».

    Es una pena que no se haya mantenido el nombre popular Túnel de Tetuán. No sé que manía (o falta de conocimiento sobre por dónde van los tiros en cuestión de patrimonio (el patrimonio es de la gente y no de los poderes públicos) para querer siempre poner nombres oficiales u oficiosos a las cosas en los que la gente no nos reconocemos. Los nombres de las cosas y de los sitios, el callejero, la toponimia, también es patrimonio. Dices en la entrada «No eres de Santander si no has oído hablar de este túnel». Pues sí, así es, pero con todo mi reconocimiento y aprecio por todos los Pombo a los que Santander debe mucho, ni Blasa ha oído hablar nunca del Tunel del Tren de Pombo; ni siquiera los contemporáneos de tan útil y pintoresca vía de comunicación lo llamaron así. Los Pombo era contenido para esa parte social y de contexto histórico que echamos de menos, o para una placa a la entrada del túnel en memoria de los promotores.

    En fin, todo es perfeccionable, y la gente seguiremos llamándolo túnel de Tetuán, una de las calles más castizas e históricas de Santander. Vamos a quedarnos con que el patrimonio cultural, su recuperación y puesta en valor, está más que demostrado que es un motor social y económico muy importante cuyo resultado contribuye a un mejor conocimiento de la sociedad que genera disfrute y cohesión social.

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    • Hola Montse. Como siempre, totalmente de acuerdo contigo.

      No me he metido con cuestiones técnicas que desconozco pero aparentemente como dices el resultado es muy bueno. Espero que a raíz de la apertura del túnel podamos conocer un poco más de la historia de los barrios de Santander y sus gentes. A veces nos centramos en el monumento y nos olvidamos de las personas. El domingo cuando lo visité me hizo mucha ilusión ver comentar a la gente sus vivencias, la verddad es que es un proyecto muy esperado.

      Respecto al tema del nombre. A mi también me llamó la atención el cambio pero el otro día de tertulia en Twitter se comentó que quizás se haya cambiado para no confundirlo con el nuevo túnel de Tetuán y me parece que quizás por ahí van los tiros.

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