Notre-Dame, crowdfunding y otros jorobados

A estas alturas todo el mundo sabe que Notre-Dame de París sufrió un incendio la tarde del 16 de abril. Tras el accidente, todos nos sentimos apenados y nos solidarizamos con el pueblo francés. Esa misma tarde comenzó una colecta internacional para ayudar a la reconstrucción del edificio y el 17 de abril ya se habían recaudado 850 millones de euros.

 

 

 

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Francia se vuelca en la restauración del monumento. En las imágenes vemos Parce que c’est Notre-Dame, la campaña de recaudación de fondos llevada a cabo por la Fondation du Patrimoine  para la restauración de Notre-Dame, y cómo la catedral se convierte en portada de todas las revistas y periódicos franceses (fotografías tomadas en la Gare Nord de Nantes una semana después del incendio). En otra imagen, vemos cómo los comercios también apoyan a la Fondation du Patrimoine, en este caso la librería Ravy en Quimper (Bretaña) que por cada ejemplar adquirido de la novela Notre-Dame de París de Victor Hugo hace una donación de 1.50€.

Las grandes fortunas sacaron la cartera para “reconstruir Notre-Dame entre todos”

 

Las grandes fortunas rescatan Notre-Dame. (El País, 17/04/2019).

Notre-Dame et les milliardaires: pourquoi ça cloche. (Christophe Alix, Lilian Alemagna y Dominique Albertini en Libération, 19/04/2019).

La polémica está servida. Ante esta oleada de solidaridad con el Patrimonio sin precedentes surgen muchas voces críticas. ¿Es una emergencia social? ¿Por qué Notre-Dame sí y otros monumentos no? ¿Por qué tanta solidaridad con un edificio histórico, pero no con catástrofes naturales o sociales? Os dejo unos enlaces en los que se profundiza en torno a esta cuestión:

Reconstrucción de Notre-Dame: las grandes fortunas blanquean su imagen con donaciones astronómicas. (Enric Bonet en Diario Público, 21/04/2019).

Notre-Dame de París: les dons par les grandes fortunes françaises font polémique. (Le Monde, 17/04/2019).

Una vaca en Notre-Dame. (Javier Fernández Rubio en eldiario.es, 25/04/2019).

 

 

 

En Francia, las protestas de los chalecos amarillos parecen haber pasado a un segundo plano y Macron, presidente de la república francesa, hace de la reconstrucción de Notre-Dame símbolo de la “reconstrucción” de Francia. Promete reconstruir la cubierta de la catedral en 5 años, y parece que su popularidad aumenta.

El incendio de Notre-Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene jamás y que siempre tendremos pruebas que superar.

Afirmó el presidente francés tras la catástrofe. (Sarah Belouezzane, Alexandre Lemarié, Lucie Soullier, Abel Mestre y Sylvia Zappi en Le Monde, 17/04/2019).

Es entonces cuando surgen varias propuestas para reconstruir la cubierta (algunas de ellas a mi parecer muy poco razonables y respetuosas con el monumento y el paisaje urbano parisino).  Varios expertos han explicado a la BBC cuáles son los primeros pasos a seguir y los arquitectos Patxi Mangado, Luis Fernández Galiano y Martha Thorne y el crítico de arte Juan Manuel Bonet han explicado por qué ellos consideran que lo más adecuado es reconstruir la cubierta.

¿Es posible y/o razonable reconstruir la cubierta en solo 5 años? La Asociación de Arquitectos del Patrimonio de Francia aconseja no precipitarse. En el  comunicado emitido el 18 de abril la asociación exige que los trabajos de restauración de Notre-Dame deben estar a la altura del monumento y el significado de éste para la humanidad  y reivindica que sean los expertos en Patrimonio sean quienes planteen soluciones:

(…) Podemos entender y aplaudir el entusiasmo de cada uno por querer reparar ya Notre-Dame. Pero empecemos primero por convocar y escuchar a los verdaderos expertos. Ellos sabrán aportar sus competencias específicas al análisis profundo de las alteraciones – al final de un diagnóstico minucioso, indispensable para la conservación de lo que queda del monumento – proponer principios de consolidación y restauración coherentes. Ya habrá tiempo para los debates relativos al proyecto, a la manera de hacer – reconstruir de forma idéntica o no –  cuando haya pasado esta etapa.

Extracto del comunicado del 18 de abril de la Asociación de Arquitectos del Patrimonio de Francia.

Dejando los intereses políticos y la polémica de las donaciones a un lado… Durante estos días en los que un edificio histórico ha estado en boca de todos, hemos leído y recibido multitud de mensajes de dolor, me pregunto qué ha ocurrido durante estas últimas décadas para que todo el mundo sienta Notre-Dame como propia, un monumento importante que forma parte de la historia de todos.

Notre-Dame, símbolo de la ciudad de París e icono de la cultura occidental

 

¿Por qué Notre-Dame no es una catedral cualquiera? ¿Es Notre-Dame una obra gótica de primera línea? ¿Por qué es internacionalmente conocida?

Notre-Dame: la historia de Francia en una catedral. (Darío Prieto en El Mundo, 17/04/2019).

De la Reine Margot à la Libération. Notre-Dame ou l´eglise de la nation. (Laurent Joffrin en Libération, 15/04/2019).

Notre-Dame, la catedral más deseada por los pintores. (Antonio Lucas en El Mundo, 16/04/2019).

Our Lady of Paris: a history of Notre-Dame Cathedral. (Kim Willsher en The Guardian, 15/04/2019).

Fueron Victor Hugo primero y Disney después quienes hicieron universal a la catedral de París. En 1996, pasaba las Navidades en la capital francesa cuando Disney acababa de lanzar su película del año: El jorobado de Notre-Dame. Claro, Disneyland París era una fiesta. Hasta una cadena internacional de hamburgueserías había convertido la caja de su menú infantil en Notre-Dame. Recuerdos inolvidables para una niña de 8 años.

Me atrevo a asegurar que es entonces cuando la catedral de París se convierte en un edificio mundialmente conocido, pasa a formar parte de nuestra memoria colectiva y una parada obligatoria para cualquier turista que visita París. Según cifras de la web del monumento, la catedral recibe al año aproximadamente 13 millones de visitantes.

Me pregunto si sentimos más aprecio por un gran monumento que por otro tipo de patrimonio. Lamentablemente sí. La destrucción de otros bienes culturales y museos en los últimos años no ha recibido el mismo interés ni apoyo económico. Por ejemplo, en Cantabria, ¿Qué repercusión ha tenido el incendio del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander en el que se quemaron obras de arte y parte de la biblioteca? O en el caso de Lorca, ¿Se movilizó España entera para reconstruir el pueblo murciano tras el terremoto? Ni qué decir de terribles catástrofes como los atentados del Estado Islámico contra monumentos históricos o el incendio en el Museo Nacional de Brasil. Si bien es cierto que en su momento estas catástrofes causaron una fuerte conmoción (magnificada por el hype y la difusión en las redes sociales), pero tuvo (al igual que cientos de noticias que pasan de ser trending topic mundial a desaparecer de las redes en cuestión de días) una corta duración.

Monumentos históricos afectados por incendios y otros siniestros en el siglo XXI. (Sputnik News, 16/04/2019).

Donaciones para la reconstrucción: el Museo Nacional de Río no es Notre-Dame. (EcoDiario.es, 17/04/2019)

 

 

 

 

 

Hay otras historias que ni siquiera aparecen en prensa. ¿Conocéis a Abdel kader Haïdara, el director de la biblioteca Mamma Haidara de Tombuctú que logró salvar casi 400.000 manuscritos? En 2012 ante la amenaza yihadista en Malí, el bibliotecario se propuso «salvar el patrimonio mundial de su país». Creó la ONG SAVAMA-DCI, gracias a su red de colaboradores y a la ayuda internacional consiguió salvar los manuscritos de Tombuctú, memoria de África, Europa y Asia. ¿Cuántos periódicos españoles se hicieron eco de que un patrimonio documental fundamental para la historia de nuestro país (la biblioteca de Tombuctú conserva el mayor y mejor fondo de manuscritos andalusíes del mundo) estaba en peligro?

 

 

Tristemente pervive un especie de clasismo entre los bienes culturales. Son los del mundo medieval occidental o los del clasicismo grecolatino, los monumentales, los que nos representan como cultura o civilización los que de manera consciente o inconsciente generan más interés y consideramos más importantes. Pero eso tiene que cambiar.

Jack Lang publicó en 2014 Ouvrons les yeux! La nouvelle bataille du patrimoine / ¡Abramos los ojos! La nueva batalla del patrimonio, un pequeño libro en el que hace un interesante repaso por la política en materia de patrimonio en Francia desde los años 80 y su experiencia al frente del Ministerio de Cultura. Lectura recomendada para todo estudiante o profesional de la cultura. En su texto, Lang revela lo que en pleno siglo XXI deberíamos considerar como patrimonio, romper con las ideas más tradicionales y apreciar la belleza no solo en los grandes monumentos:

(…) Nuestro patrimonio no se reduce a Versailles, al Louvre, al Mont-Saint-Michel, a la basílica de Vézelay o al palacio de los Papas… Es el conjunto de bienes que vamos a legar a las generaciones futuras, nuestros paisajes, nuestras casas, el diseño de nuestras ciudades, los bancos en los que se sentarán nuestros hijos, las calles en las que se pasarán o las plazas donde se reunirán. (…)

(…) Es hora de que el respeto por la belleza pasada sea reforzado por la exigencia de la belleza por venir. El “patrimonio” no debe ser solamente esa palabra sagrada que represente un tiempo virtuoso y pasado. El esmero dedicado a ciertos espacios y monumentos bien definidos debe aplicarse a todo aquello que forma parte de nuestra cotidianidad, el patrimonio del mañana, los lugares colectivos, los transportes públicos, las zonas periféricas, el mobiliario urbano. (…)

Extractos de Ouvrons les yeux! La nouvelle bataille du patrimoine de Jack Lang, publicado en 2014 Éditions Hervé Chopin. ISBN: 9782357202047.

AnsolaNotre-DameElDiarioMontañes19abril2019
El gótico cántabro llora a mares por Notre-Dame y por sí mismo. Ilustración de Ansola publicada en El Diario Montañés el 19 de abril.

Todo el mundo siente lástima por un monumento que se encuentra a miles de kilómetos de distancia pero seguramente no sientan interés o pena por otros que están desapareciendo en su entorno. La ilustración de Ansola y una publicación del Museo Casa de Cervantes de Valladolid en Facebook me parecen de lo más sensato que he leído en los últimos días. Pero si hay algo positivo que podemos sacar de todo esto es que pocas veces se ha hablado tanto de la conservación del patrimonio como en el último mes. Por lo tanto, aprovechemos el bombardeo mediático y el interés por Notre-Dame para denunciar y sacar a la palestra otros bienes en peligro. Aprovechemos para concienciar de la importancia y vulnerabilidad del Patrimonio. ¡Salvemos el Patrimonio entre todos!

Notre-Dame 18 de abril

Europa acuerda coordinar y mejorar la protección de su patrimonio. (Silvia Ayuso en El País, 4/05/2019).

El incendio de Notre-Dame, una advertencia para la salvaguarda del patrimonio. (EcoDiario.es, 16/04/2019).

Macron quiere un «mecanismo de cooperación» para el patrimonio europeo en peligro. (Silvia Ayuso en El País, 21/04/2019).

Los jueces abogan en Santiago por crear más instrumentos de protección del patrimonio cultural. (Elisa Lois en El País, 26/04/2019).

3.5 millones de euros para planes de salvaguarda de bienes culturales que eviten desastres como el de Notre-Dame. (Tribuna Valladolid, 27/04/2019).

Los españoles cuidamos muy bien nuestro coche, pero no nuestros monumentos, les destinamos muy poco dinero, no nos damos cuenta de que no solo son nuestra identidad sino también fuente de ingresos y clave para recuperar la España vaciada.

Declaraciones de Javier Rivera Blanco, subdirector del Instituto del Patrimonio Cultural de España tras el incendio de Notre-Dame. (EFE, 16/04/2019).

 

Patrimonio y crowdfunding

 

Desde este blog quiero aprovechar la ocasión para difundir campañas de crowdfunding vinculadas al patrimonio. Iniciativas que recauden fondos para proyectos de restauración, conservación, publicaciones, campañas arqueológicas, etc. Aunque considero que la conservación del patrimonio no puede depender de la buena voluntad de particulares o empresas, bien es cierto que este tipo de aportaciones pueden contribuir a salvar un bien cultural o desarrollar un proyecto en momentos puntuales.

Actualizaré regularmente, así que si conoces o tienes una campaña puedes contactarme a través del blog, correo electrónico peciosdearquitecturamontanesa@gmail.com o redes sociales (Facebook, Twitter o Instagram) para incluir todas las campañas activas. ¡Gracias!

Campañas activas:

  • La Asociación Hispania Nostra para la conservación del Patrimonio en España ha abierto un portal de micromercenazgo del patrimonio cultural. Si tienes un proyecto te asesoran y ayudan a promocionarlo. En estos momentos está activo el proyecto Casa natal de Velázquez en Sevilla y buscan «el apoyo de admiradores de Velázquez de todo el mundo que nos ayuden a preservar la casa del siglo XVI en Sevilla donde nació para abrirla al público dedicada a su vida y tiempo». Puedes hacer tu donación pinchando aquí.
  • El Museo Nacional de Brasil necesita fondos para su reconstrucción y restauración de las obras dañadas. Puedes hacer tu donación pinchando aquí.
  • En el pueblo de Fontescabadas (Bual, Asturias), buscan mecenas para restaurar la capilla de Santo Domingo de la Calzada. Puedes hacer tu donación pinchando aquí.
  • «Tu catedral te necesita» es el plan de mecenazgo de la catedral de Santiago de Compostela. Puedes hacer tu donación pinchando aquí.
  • La Fondation du Patrimoine para la salvaguarda del patrimonio francés ha desarrollado en estos últimos años una labor esencial para la conservación de los bienes culturales franceses gracias a las donaciones realizadas tanto por particulares como por empresas. Si deseas hacer un donativo y convertirte en mecenas puedes hacerlo pinchando aquí.
  • Dartagnans mousquetaire du patrimoine es una plataforma francesa para financiar  proyectos de restauración, documentación, museos, etc. tanto franceses como internacionales. Puedes elegir proyecto y hacer tu donación pinchando aquí.

Plataformas de crowdfunding y patrimonio (sin campañas activas en la actualidad):

  • Tous mecenes (Todos mecenas) es  la iniciativa promovida por El Museo del Louvre para financiar la restauración o adquisición de obras. Bajo el lema «Napoleón lo constuyó, a vosotros restaurarlo» el Louvre acaba de consguir financiación para restaurar el Arco del triunfo del Carrusel.
  • «Súmate al Pado» es la versión española de Tous mecenes. Gracias a esta iniciatia el Museo del Prado ha conseguido financiar la compra de Retrato de niña con Paloma de Simon Vouet.

Otras plataformas de crowdfunding en las que podréis apoyar diferentes proyectos culturales:

 

 

¡Gracias por compartir! 🙂

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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