Hace unas semanas, desde Culturea Cantabria me invitaron a paticipar en el ciclo de conferencias Cultura y medio rural en Cantabria organizadas por la Red Cántabra de Desarrollo Rural. Me gustaría agradecer desde aquí a la organización, por ponerse en contacto conmigo, invitarme a participar y darme la oportunidad de expresar mi opinión y aportar algunas ideas que comparto con vosotros a través de esta entrada en el blog. Hoy martes 12 de marzo en el Ateneo de Santander finaliza el ciclo con una mesa redonda que promete ser de gran interés, así que os animo a asistir.
En primer lugar, me gustaría hacer hincapié en la idea de Patrimonio cultural y su significado en el mundo rural. «Patrimonio» es un concepto amplio, flexible, y que aún se encuentra en construcción, en pleno debate.
Tradicionalmente, se han hecho diferentes clasificaciones del patrimonio en función de los contextos en los que se encuentra o ha sido creado (hablamos de patrimonio arqueológico, etnográfico, arquitectónico, industrial, etc.). Sin embargo, en la investigación y la gestión estas categorías están prácticamente superadas: el patrimonio forma un conjunto amplio de manifestaciones materiales e inmateriales, en diferentes contextos culturales y geográficos.
Ahora bien, nos centramos en el patrimonio existente en un contexto geográfico y cultural concreto: el medio rural cántabro. ¿Qué patrimonio encontramos aquí?
En el medio rural, encontramos por un lado el patrimonio “tangible” o material:
- Los paisajes culturales, que son reflejo de la acción humana sobre el medio.
- Los bienes inmuebles: construcciones de todo tipo, desde vivendas, edificios agropecuarios, religiosos, infraestructuras, obras de caminería, puentes, molinos, ferrerías, bodegas, cuadras, etc.).
- Los bienes muebles: domésticos (utensilios y mobiliario), religiosos y festivos (arte religioso, tallas, etc) y productivos (herramientas, aperos y máquinas, etc.).
Asimismo, encontramos en el ámbito rural un mundo cultural inmaterial especialmente interesante, que abarca diversos aspectos: las técnicas y conocimientos de todo tipo, aplicados a la construcción, la agricultura, la transformación del paisaje, los diferentes oficios; la lengua; la música (canto, baile, instrumental); la tradición oral (cuentos, romances, toponimia, saberes tradicionales, costumbres); las formas de convivencia y organización social (concejos, juntas, etc.); los ciclos festivos y religiosos y el mundo de las ideas.
Y aunque no suelen considerarse como tales también son bienes culturales los productos de la explotación agraria y su transformación: formas de cultivo tradicionales y manejo del ganado (pastoreo, ganadería, cultivo de cereales, viñedo, hortalizas, etc.); las variedades vegetales locales, producidas en contextos geográficos determinados; las razas animales y las variedades locales; las diferentes producciones y sus fórmulas y recetas (miel, queso, pan, orujo, vino).
¿A qué problemas se enfrenta el patrimonio en el ámbito rural? ¿Por qué es especialmente vulnerable?
Los problemas del medio rural son sobradamente conocidos: despoblación y envejecimiento (entre otros). El patrimonio rural es tan vulnerable como lo es el medio rural.
Riesgos
Los riesgos que se detectan han sido incluidos en los Planes Nacionales de Arquitectura Tradicional y de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial y en las Normas Urbanísticas Regionales:
- La despoblación, que conlleva el abandono de las arquitecturas tradicionales. Se trata de un patrimonio en riesgo grave de desaparición: la crisis demográfica y el abandono de los núcleos rurales ha provocado la ruina y pérdida de los inmuebles.
- Las políticas globalizadoras que no contemplan las particularidades locales.
- Debido a los nuevos hábitos, costumbres y formas de vida gran parte de los elementos o industrias tradicionales como molinos, ferrerías, hornos, etc. quedan en desuso y son habitualmente abandonados.
- Desconocimiento de los saberes tradicionales relativos a las técnicas tradicionales de construcción, costumbres, lengua, música, danza, oficios, etc.
- Escasez estudios científicos y técnicos. Necesidad urgente de estudio, catalogación y documentación.
- La falta de aprecio y conciencia por el patrimonio cultural tradicional. Es un Patrimonio de primer orden, pero poco valorado.
- Expolio de yacimientos arqueológicos y robos en inmuebles.
- La especulación urbanística. En zonas con recursos económicos, encontramos rehabilitaciones agresivas o demolición de inmuebles para construcción de obra nueva.
- La escasa protección legal e incumplimiento de la ley de defensa del Patrimonio Cultural. La legislación sobre el patrimonio es en ocasiones ambigua y confusa, especialmente en lo que concierne a la protección de las viviendas tradicionales. Frecuentemente, su conservación depende de las decisiones de sus propietarios y no de técnicos o artesanos especializados. Además, no es obligatoria la documentación previa a la rehabilitación, algo que sí ocurre con otro tipo de bienes.
En este sentido, podríamos hacer hincapié en el patrimonio arquitectónico rural. Existe una Ley de Patrimonio (Ley 11/1998), de Patrimonio Cultural de Cantabria, que marca una serie de pautas generales par la conservación del patrimonio cultural. Se establecen los Bienes de Interés Cultural, los Bienes de Interés Local, los bienes del inventario y los bienes catalogados en los planes urbanísticos. Las Normas Urbanísticas Regionales también establecen algunas directrices básicas para el patrimonio arquitectónico, así como las Normativas Urbanísticas municipales.

Pero cuando realizo visitas a los diferentes núcleos, observo que las normas efectivamente marcan unas pautas muy genéricas, pero no establecen patrones de materiales, qué se debe conservar y qué no, cómo recuperar los cerramientos de madera originales o las estructuras y forjados, cómo realizar morteros de cal en vez de revestimientos de cemento gris y pintura sintética, etc. Muchos pueblos han perdido sus valores estéticos a causa de intervenciones muy agresivas en bienes no incluidos en los catálogos pero de valor patrimonial, algo que ocurre incluso en Bienes de Interés Cultural.
Realmente, a efectos de normativa, muchas veces es posible vaciar por completo una edificación histórica, dejar el cascarón de piedra, rehacerlo entero con madera laminada y teja moderna, rejuntearlo de cemento y pintarlo con sintético, dando una falsa apariencia. De todas maneras, la normativa debe ir acompañada de medidas de concienciación del valor patrimonial, cultural y paisajístico de los bienes inmuebles, de poco sirve aplicar estas medidas por la vía legal si los propietarios lo consideran un problema.

Necesidades urgentes y propuetas de mejora
(Algunas de las necesidades han sido recogidas en el Manifiesto de Boadilla para la protección y defensa del patrimonio frente a la pasividad de las administraciones, 2018):
- Actualizar y adecuar la legislación para adaptarla a las nuevas sensibilidades con una concepción integradora del Patrimonio, y que incluya pautas más concretas que definan cómo intervenir.
- Fomentar la conservación preventiva. Proteger antes que conservar, y conservar antes que restaurar/rehabilitar.
- Crear equipos interdisciplinares formados por técnicos especialistas. Los trabajos de documentación, restauración, etc. deben ser realizados por profesionales con formación específica. Por ejemplo, los técnicos que intervienen en el patrimonio inmueble no necesitan poseer titulación específica en restauración del Patrimonio cultural, algo que sí ocurre con el patrimonio mueble: una pintura, un mapa, un documento, etc. es restaurado por un técnico especialista.
- Para ello es necesaria la formación de mano de obra conocedora de las técnicas constructivas tradicionales (artesanos y técnicos) y fomentar el uso de materiales tradicionales en la rehabilitación de edificios históricos. En el resto de los países de nuestro entorno la arquitectura vernácula se está restaurando utilizando los mismos materiales con los que fue edificada. En España la tierra, la madera y la cal, a pesar de sus indudables propiedades y durabilidad, por desgracia están siendo sustituidos por materiales modernos en muchas ocasiones incompatibles con el edificio histórico y que ocasionan un notable impacto estético y ambiental.
Para apoyar a los artesanos conocedores de las técnicas constructivas tradicionales se ha creado la Red Nacional de Maestros de la Construcción Tradicional, un directorio nacional de buenas prácticas en los ámbitos de la construcción tradicional y su restauración que cuenta actualmente con información de un gran número de maestros en activo en el estado español.

En Cantabria, por ejemplo, se incluyen artesanos de la piedra, la madera, el vidrio y del hierro y entre ellos se encuentra Manuel Navarrete Moreno, carpintero ebanista autor de la réplica de la Pisa de Ledantes y ganador del Premio Richard H. Driehaus de las Artes de la Construcción en 2017 (abierta la convocatoria 2019).
- Fomentar medidas de apoyo para la conservación y rehabilitación de bienes culturales: ayudas económicas y asesoramiento técnico. Actualmente en Cantabria las ayudas para la rehabilitación de edificios históricos son inexistentes, la última convocatoria fue en 2013 (la semana pasada el Consejero anunció nuevas ayudas para la rehabilitación).
La mayor parte de los bienes patrimoniales son de carácter privado. Si yo quiero restaurar mi casa… ¿Quién puede asesorarme? ¿Qué tipo de piedra se usa tradicionalmente en la zona? ¿Qué colores y qué tipo de pinturas son las más adecuadas? ¿Qué árboles y plantas autóctonas puedo plantar en mi jardín si quiero contribuir a conservar el paisaje? ¿De qué ayudas me puedo beneficiar? ¿Quién me ayuda a interpretar la legislación? Por ejemplo, Historic England, equivalente al IPCE en Inglaterra, ofrece asesoramiento para restaurar tu casa si se trata de una vivienda antigua o forma parte de un conjunto histórico. Explica interesantes cuestiones como: ¿qué supone para un propietario que tu vivienda esté protegida?, ¿cómo reparo y mantengo mi casa?, ¿dónde puedo encontrar a los profesionales adecuados?, ¿qué cambios puedo hacer en mi vivienda para ahorrar energía?

- Difusión de modelos de buenas prácticas. Muchas veces no se siguen las recomendaciones internacionales en el ámbito de la restauración y rehabilitación, por ello es necesaria la elaboración de guías para fomentar los criterios de intervención adecuados.
Estas guías son muy escasas, pero un interesante ejemplo que podemos tomar como referencia es la Guía de buenas prácticas para las actuaciones en los caminos de Santiago publicado por la Xunta de Galicia en 2016, en la que se detectan los problemas de la arquitectura tradicional en torno al Camino de Santiago, se definen criterios de intervención y se proponen soluciones técnicas.
Otro interesante ejemplo es el libro Conservación del Patrimonio Textil publicado por el Ayuntamiento de Antequera en 2017 en el que se proponen diferentes soluciones para la restauración de tejidos.
- Es necesario también promover los estudios de catalogación, documentación, investigación y técnicos.
Por ejemplo, ¿qué ocurre con la música tradicional, los cuentos, las costumbres, la toponimia, la lengua, los oficios, las técnicas constructivas, las creencias, la alimentación, diferentes asuntos de la vida cotidiana? En cuanto a la recopilación y conservación de la tradición oral, en Cantabria existen algunos trabajos, archivos, asociaciones e investigadores que trabajan de manera independiente (EtnoCant, En Primera Persona, Toponimia de Cantabria, etc.) pero no existe un Centro de Documentación de la Memoria, Archivo de la Tradición Oral o Atlas Sonoro en el que se recoja el trabajo de campo realizado por los investigadores en las últimas décadas, o se promueva la recogida sistemática de información. Los informantes fallecen y este patrimonio corre el riesgo de desaparecer si no es pronto documentado. (Acerca del trabajo de documentación de la música tradicional de Cantabria la investigadora María Bulnes Peláez publica Crónica de la tradición oral en Cantabria).

Echamos la vista a las comunidades vecinas y por en ejemplo, en Asturias existen dos, el Archivo de la Tradición Oral del Museo del Pueblo de Asturias/Muséu del Pueblu d’Asturies (que también alberga el Atlas Sonoru de la Llingua Asturiana) y el Archivo de la Tradición Oral de Ambás, del investigador Xosé Antón Fernández García. En Castilla y León existe también el Archivo de la Tradición Oral, creado por la Fundación Joaquín Díaz con el apoyo del Museo Etnográfico de Castilla y León. Alberga miles de testimonios recogidos en Castilla y León desde mediados del siglo XX y desde el año pasado pueden consultarse los archivos a través de la página web. Y en el País Vasco existen, al menos, dos: el Ahozko Historiaren Artxiboa (Archivo de la Memoria) y el Euskal Herriko Ahotsak (Voces del País Vasco).
- La educación para sensibilizar acerca del valor del patrimonio del ámbito rural. La transmisión a generaciones futuras para garantizar la supervivencia del Patrimonio.
A nivel estatal, uno de los principales retos de los últimos años ha sido incorporar el Patrimonio cultural en los procesos de enseñanza-aprendizaje: utilizarlo como recurso didáctico y concienciar a los escolares de la necesidad de proteger y conservarlo. A este respecto cabe destacar que Cantabria dispone en su currículo educativo de una materia optativa dedicada al Patrimonio Cultural, de reciente creación e implantada en el curso 2018-2019, en el que cuenta ya con aproximadamente 85 alumnos de 3º de ESO. A mi parecer, el objetivo ideal sería integrar el estudio del Patrimonio Cultural en primaria y secundaria, en todas las áreas y asignaturas.

- La implicación de la ciudadanía en la conservación del Patrimonio.
Algunas estrategias que ya funcionan en Cantabria para la salvaguarda y dinamización del medio natural como el Plan Provoca o Naturea pueden funcionar también para la conservación y protección del Patrimonio Cultural.

También sirvan como ejemplo interesantes formas de implicar a las comunidades locales en la gestión, protección y documentación de su patrimonio. Los “mapeos colectivos” o mapping, tiene ya implantación en la elaboración de los inventarios de patrimonio de organismos oficiales: Historic England, por ejemplo, ofrece en los inventarios en línea la posibilidad de añadir contribuciones a modo de comentarios e imágenes en las mismas entradas del catálogo, y ofrece un formulario para la participación ciudadana. O Patrimonio Galego, un catálogo social del Patrimonio de Galicia. Se ha creado un catálogo en línea del Patrimonio cultural de Galicia gracias a la colaboración de voluntarios. Si alguien conoce datos o tiene fotografías de determinado bien puede aportar información y contribuir a su documentación.
Dentro de esta línea, una idea interesante que se ha creado desde la Red Cántabra de Desarrollo rural, Culturea Cantabria, es el proyecto Red de vigilancia “eruditos del patrimonio”, con el que se pretende localizar y catalogar el patrimonio cultural de la Cantabria rural. La idea es crear un catálogo de bienes culturales materiales (de momento no se incluye el patrimonio inmaterial) y una red de vecinos que vigilen el estado en el que se encuentra dichos bienes. Cada voluntario es el erudito encargado de velar por la conservación de un elemento patrimonial. Un elemento a destacar del proyecto, por ejemplo, es la elaboración de una guía que ayuda a identificar y clasificar bienes del mundo rural como lavaderos, cabañas, ermitas, cruces, molinos, caminos, fraguas, etc. El objetivo final es recuperar aquellos elementos rurales del Patrimonio Cultural que no se encuentran incluidos en los Registro e Inventarios patrimoniales de la Comunidad Autónoma de Cantabria (que por otro lado, no se entiende que este tipo de bienes no formen parte de dichos catálogos).

El trabajo que se lleva (o debería llevarse) a cabo desde los Grupos de Acción Local es fundamental. Un proyecto que en concreto me parece de especial interés y es un buen modelo a tomar para el resto de Grupos de Acción Local es #PatrimonioolvidadodelAsón desarrollado desde Grupo de Acción Local Asón-Agüera-Trasmiera. Hace unos meses realizaron una llamamiento para recoger testimonios de diferentes personas vinculadas a diversos elementos patrimoniales ligados al río Asón, además organizan caminatas interpretativas y actividades didácticas para niños. Podéis seguir todas estas iniciativas a través de su blog Patrimonio Olvidado del Asón y redes sociales.
- Creación de catálogos accesibles desde internet de forma cómoda. Los listados de Patrimonio que se permiten consultar en internet solo incluyen los Bien de Interés Cultural. ¿Sería viable crear un portal específico de Patrimonio cultural para dar visibilidad al resto de bienes?

Por ejemplo, en el Listado de Patrimonio de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria, en el municipio de Lamasón encontramos solamente los BIC: Camino Lebaniego, Iglesia de Santa Juliana y Cueva de los Marranos. Se sigue focalizando en el patrimonio monumental: románico, cuevas, torres, conjuntos históricos, etc. sin incluir el patrimonio disperso por el territorio como la arquitectura tradicional, los paisajes o el patrimonio inmaterial.
Retos
La crisis del mundo rural es un fenómeno complejo para el que obviamente yo no puedo ofrecer soluciones, pero la supervivencia de todo el Patrimonio del que hemos hablado y la viabilidad de todas estas propuestas dependen de la pervivencia y sostenibilidad del medio rural.
Es muy necesario plantearse planes integrales de desarrollo del medio rural. El reciente Informe Sobre el Medio Rural y su Vertebración Territorial (2018) plantea «aumentar el nivel y la calidad de vida en el medio rural para fijar a la población y atraer a nuevos habitantes». Oportunidades laborales, buenas comunicaciones, oferta educativa, servicios sanitarios, y una buena conexión a internet son cuestiones básicas porque el medio rural debe ofrecer las mismas (o al menos similares) oportunidades a las que ofrece el medio urbano. A priori parece que la crisis es irreversible, pero en otros lugares las políticas activas de desarrollo regional en las que se integran los espacios rurales han cosechado algunos éxitos. Podríamos citar el ejemplo de Escocia, y su programa de desarrollo “Horizonte 2030” (uno de sus lemas es “La Escocia del futuro, conservando nuestras raíces e identidad»). Está llevando cabo entre otros planes de producción agraria sostenible, energías renovables, conectividad, movilidad eléctrica y autónoma, investigación en I+D, diseño de políticas del bienestar, etc., y ha integrado en estas políticas la conservación y mejora de sus paisajes culturales y agrarios y la conservación de su patrimonio con apuestas concretas por la restauración y modernización de núcleos remotos, haciéndolos accesibles al resto del país. Otro ejemplo es el de Irlanda, que dentro de las iniciativas para el desarrollo rural tienen un plan de restauración de casas y granjas con exenciones fiscales e incentivos económicos por conservarlas. Su lema es “conservar tu casa es conservar el paisaje de Irlanda”.

En definitiva, las estrategias de desarrollo y dinamización del medio rural deben incorporar el patrimonio cultural y desarrollar programas y ayudas para la salvaguarda y reutilización de bienes inmuebles. Aprovechar estos recursos culturales para el turismo puede ser interesante, pero el patrimonio como recurso turístico no debe ser la única opción. A este respecto, considero necesario redistribuir y canalizar los flujos turísticos. Por ejemplo, Cantabria tiene localidades o eventos que podríamos considerar masificados como Santillana del Mar, Santo Toribio de Liébana o La Vijanera. A lo mejor, una estrategia turística debería apostar por dar visibilidad otros patrimonios mediante las estrategias anteriormente citadas. El objetivo debe ser conservar la historia, el paisaje, las tradiciones, reutilizar el patrimonio histórico para construir un medio rural del siglo XXI.
Enlaces de interés
Red Cántabra de Desarrollo Rural
Red Europea de Dessarrollo Rural
Guía Europea de observación del Patrimonio rural (CEMAT) publicada por el Ministerio de Medio Ambiente en 2006.
Rural Experimenta: taller para el desarrollo colaborativo de proyectos de experimentación e innovación en el medio rural, organizado por Medialab Prado y La Ponte-Ecomuséu y que se celebrará en Villanueva de Santu Adruanu (Asturias) del 21 al 24 de mayo de 2019.
Concurso «Un viaje por el patrimonio de mi comunidad» para escolares, organizado por la Red Española de Albergues Juveniles.
Conclusiones del «Foro Cultura y Medio Rural» organizado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, celebrado el 14-15 junio de 2017 en Cerezales del Condado, León.
«El mundo rural como lo conocimos ya no volverá, el cambio es irreversible«, entrevista a Pedro Reques catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Cantabria en El Diario Montañes (26 de diciembre de 2017).
Cultura, el antídoto contra la despoblación, por Eva García Sempere y Rosana Pastor Muñóz en Diario Público (22 de febrero de 2018).
Esta vieja casa ya no se caerá: arquitectos al rescate del patrimonio rural, por Óscar Senar en eldiario.es (8 de marzo de 2019).
What can be done to save Spain´s historic buildings from ruin?, por Manuel Morales en El País (13 de abril de 2017).
Patrimonio de la Humanidad VS despoblación, por Beatriz Barrio en Hispania Nostra (11 de enero de 2019).
Estoy leyendo todos tus artículos y me estás dejando francamente impresionado. Que necesarias son personas como tú. He visto tu inscripción en el Grupo Alceda y por eso leo tu blog.
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Muchísimas gracias Alberto por tu comentario. Qué suerte formar parte del grupo y trabajar juntos por el patrimonio de Cantabria.
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